Reconoció al "ex-marido" y a su hijo de la encarnación
anterior — Completo reconocimiento de la casa en que vivía y de la ciudad —
Sorpresa de un escritor sueco que investigó el caso — Una princesa egipcia
en Londres.
El
caso de Shanti Devi, que acaba de producir nueva agitación en Europa, en torno
al problema de la reencarnación, repercutió en el Brasil, a través de la
trascripción del relato de Peter Forbes en el periódico "People", de
Londres, que no es un periódico espírita. Shanti Devi es una pequeña de Delhi,
en la India, que a los cuatro años de edad comenzó a revelar recuerdos de su
vida anterior, declarando haber vivido en Mathura, a muchas leguas de distancia
de su ciudad natal. Lo curioso es que la niña decía haberse llamado Lugdi Devi,
y haber pertenecido a la casta superior de los brahmanes, a la que ahora no
pertenecía más, haber estado casada y haber tenido un hijo. Reveló pleno
conocimiento de los hábitos y trajes especiales de los brahmanes, sin que,
jamás hubiese visto un brahmán.
Las
revelaciones de Shanti eran de tal manera precisas y seguras en sus detalles,
involucrando nombres de lugares y personas, que sus padres resolvieron pedirle
a dos amigos que fuesen a Mathura, con el fin de develar el misterio. Los
amigos fueron y constataron la plena veracidad de las revelaciones. Encontraron
al viudo y el hijo de Lugdi Devi, el templo al que la pequeña se refería, el
sitio en que decía haberse bañado en el río Jumna, la tienda en que hacia sus
compras y todo lo demás. Cuando Shanti tenía nueve años, su
"ex-marido" y su hijo de la encarnación anterior, fueron a visitarla.
Al verlos, la pequeña se desmayó. Después, al volver en si, se mostró muy
alegre, abrazando a ambos con efusión e identificándose ante el marido en las
conversaciones que mantuvieron.
El caso de Shanti Devi envuelve particularidades curiosas,
inclusive la coincidencia de sobrenombres. Los Devi de Delhi no tienen
parentesco con los de Mathura, pertenciendo el mismo a una casta inferior, pues
los de Mathura son brahmanes. La pequeña fue llevada a Mathura, y no sólo
reconoció todos los lugares en que viviera, si no también a las personas.
Visitando la casa que habitara en la vida anterior, indicó varias
particularidades de la residencia y recordó hábitos que su
"ex-marido" confirmó, admirado, reconociendo que "Shanti poseía
la misma alma que perteneciera a su fallecida mujer", según las palabras
de Peter Forbes.
Durante muchos años el caso de
Shanti Devi fue comentado en la India y en el exterior, hasta que el escritor
sueco Sture Lonnestrand resolvió deslindarlo. Entendía que todo no era más que
un gran fraude. Fue a Delhi y a Mathura, investigó todo lo que se refería al
caso, conversó con numerosas personas, examinó los sitios indicados, verificó
los relatos de los investigadores anteriores, y llegó a la siguiente
conclusión:. "Es este el único caso de reencarnación completamente
explicado y probado, jamás verificado". Después de eso, Lonnestrand se volvió
un propagandista del caso, provocando una intensa agitación en Europa, en torno
del asunto. Como William Crookes, César Lombroso, Crawford y tantos otros, que
habían estudiado los fenómenos espíritas con el fin de probar su falsedad,
Lonnestrand se sometió a la realidad y modificó su actitud.
Escribiendo al respecto de este
caso en la revista inglesa "Two Worlds", el prof. Frederico H. Wood
señaló la exageración de Lonnestrand, al haber este declarado que se trataba
del único caso de reencarnación completamente explicado y probado. "Como
todos los recién convertidos, — dice Wood, — Lonnestrand está excitado por su
descubrimiento". Y realmente es así. Porque el caso de Shanti Devi, aunque
importante, y sobretodo reciente, no es el único con esas características. Hay
numerosos casos de reencarnación completamente probados, y el lector curioso
podrá encontrar la cita de muchos de ellos en la obra "La Reencarnación y
sus pruebas", de Carlos Imbassahy y Mário Cavalcanti de Mello. El mismo
prof. Wood tuvo la oportunidad de investigar, en Londres, uno de los más
importantes, publicando al respecto una obra en dos volúmenes, intitulada
"El Milagro Egipcio". Se trataba de la reencarnación de una princesa
egipcia, del tiempo de Amenotep II, en Inglaterra. Caso probado en minucias, de
manera impresionante, y especialmente a través de elementos de alta cultura,
como la reconstitución de danzas sagradas y de la lengua egipcia antigua.
Y hoy está, en las librerías, la
traducción de ese curioso libro de Morey Bernstein, "El Caso de Bridey
Murphy", que revive las famosas experiencias del coronel Albert De Rochas,
director del Instituto Politécnico de Paris, sobre la regresión hipnótica de la
memoria. Morey Bernstein consiguió descubrir, en la conciencia profunda de una señora
de Colorado, Estados Unidos, la personalidad de una mujer que viviera en
Irlanda, hace más de un siglo. Y las investigaciones al respecto comprobaron
gran parte de las revelaciones hechas por la paciente, lo que provocó gran
agitación en torno del caso. Bernstein concluyó en su libro, muy
ponderadamente, reclamando atención de los estudiosos y de los científicos
hacia ese problema. Señaló el carácter personal de su experiencia, pero recordó
a las anteriores y solicitó la necesidad de trabajos más amplios al respecto.
El problema de la reencarnación, como se ve, no es tan simple como lo pretenden
los antagonistas del Espiritismo. Tanto a través de casos espontáneos, como de
investigaciones hipnóticas o de experiencias parapsicológicas, la reencarnación
viene afirmándose a través de los años, como una ley natural. Ya no bastan
argumentos contra ese principio. Es necesario un poco más, cuando alguien
pretenda combatirlo.
Tomado del libro
“El Hombre Nuevo” de José Herculano Pires.
Traducción del
portugués: Oscar Cervantes Velásquez
Centro de Estudios
Espíritas Francisco de Asís
Santa Marta –
Colombia
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